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Blog de Literatura Infantil y Juvenil

El cuento como regalo (Victoria)

Pequeña reflexión sobre el regalo que supone "el cuento" para quien lo cuenta y el valor que tiene añadido en la relación con nuestros hijos. Actualmente vivimos una vida de locos. Parece que el día no tiene horas suficientes para realizar todo lo que tenemos pendiente y, por supuesto, cuando llega la noche, estamos deseando gozar de un momento de tranquilidad, un momento de no hacer nada después de acostar a nuestros hijos. Pero aun nos queda escuchar esa voz que nos pregunta y casi nos juzga de antemano: "¿Y el cuento? ¿Hoy no me cuentas el cuento?". En ocasiones me he debatido entre el "sí" y el "no",pero cuando he mirado esos ojos abiertos de par en par y su sonrisa, y su cabeza ladeada, y sus manos abiertas y extendidas, no he podido prescindir del momento mágico que supone "el cuento". No solo mágico por la importancia que le demos en cuanto al acercamiento del niño a la literatura, sino por la oportunidad única que nos brinda el día de estar exclusivamente para nuestro hijo o nuestra hija compartiendo una historia y siendo cómplices de su imaginación. A través de ese "cuento" llegamos a conocer en muchas ocasiones el sentir de nuestros hijos y las vivencias que han tenido durante el día, sus miedos y sus ilusiones porque hacen suya la historia y rememoran sus experiencias y gracias a ello, los padres tenemos la oportunidad de asomarnos un poquito a su mundo interior. Una vez que termina la historia, que termina la charla y las despedidas y los besos y abrazos, por fin llega el momento de hacer lo que tanto necesitabas y que estuvo a punto de hacerte prescindir de "el cuento".

3 comentarios

Mamen -

Al igual que a les ha pasado a mis compañeras, me he emocionado al leer este artticulo, y es que estoy totalmente de acuerdo en lo importante que es hacerles llegar a nuestras familias lo que supone "el momento del cuento", o como bien decís, la recompensa, que te hace olvidar lo cansado que estes o que tenías que hacer otras cosas, y la verdad es que como maestra, siempre recomiendo a las familias que lean cuentos, historias... con sus hijos, pero nunca les he planteado a las familias que cuando lo hagan observen a sus hijos, y vean como a se les ilumina la cara, no solo porque leen un cuento sino tambien porque su papa o mama se lo restan leyendo, y le estan dedicando un ratito solo para él. A partir de ahora no solo recomendare los cuentos por su valor educativo sino también por su valor afectivo. Y es que es importante fijarse en los pequeños detalles que a veces se nos escapan.

Marga -

No he podido más que emocionarme al leer este artículo. Tienes toda la razón Victoria. Deberíamos trasmitir el enorme valor afectivo que poseen los cuentos y las historias.

Los niños valoran muchísimo los pequeños momentos que les dedicamos. Yo lo experimento con mis sobrinos; una vez mi sobrina le dijo a mi hermana que me quería muchísimo porque yo sabía muchas historias y cuentos. Le encanta que le cuente cuentos e historias y también disfruta muchísimo cuando inventamos historias nuevas entre las dos.

En definitiva: ojalá todas las mamás y papás pensaran en la recompensa como lo haces tú.

Marga

Noelia -

Totalmente de acuerdo, Victoria. Y es esto, lo que nosotros como maestros debemos y tenemos que hacer llegar a las familias. Transmitirles que la importancia de compartir un libro no sólo reside en el valor pedagógico y en el acercamiento de los niños a la literatura, sino que el cuento además tiene un valor emocional enorme que refuerza los lazos afectivos entre el narrador y el oyente. Que lo verdaderamente mágico y encantador, no sólo es el relato sino el descubrir sus conocimientos, sus ideas, sus opiniones, sus miedos, sus sentimientos… y sobre todo disfrutar con esos ojitos que no se despegan del libro, esa boquita entreabierta que no sabe si callar o hablar, con sus gestos de asombro, de miedo o de alegría y con esa gran sonrisa cuando oyen: Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Por ello, desde aquí os animamos a que encontréis un momento y un espacio para el placer de leer y compartir esa lectura. Y ahora que se acercan estas fechas tan señaladas cargadas de regalos, tened presente que el turrón más dulce para las Navidades es un libro.