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Blog de Literatura Infantil y Juvenil

“El Cuento es cuento, salga el sol por donde salga” (Alberto)

El Cuento es cuento, salga el sol por donde salga”

En cierta ocasión, una ponente de un curso, aseveró que un cuento es cuento en cuanto cuento, pero que deja de serlo si no se utiliza como cuento. ¿? Según su entender al cuento no hay que buscarle ninguna otra finalidad que la de la lectura lúdica. ¿?

Según mi entender, creo yo, que poner límites al cuento es dejar mucho por el camino. Es como si nos dijeran que el teatro es la simple interpretación del actor. Bien, la interpretación es fundamental, pero el teatro es un arte que encierra a su vez otras artes, las artes escénicas y la interpretación se suma a la escenografía, al vestuario, al maquillaje, a los efectos visuales, auditivos,…

El cuento es un recurso que puede ser buen utilizado y que puede tener una esencia pedagógica, social, humana, ecológica,… Y nunca, ni nadie, puede cortarle la libertad al cuento, a su desarrollo como posible recurso. Los fabulistas en sus fábulas recogen una moraleja, una enseñanza, bajo la forma de un cuento. Los cuentos no son ni más ni menos que una narración breve. Y toda narración trastea con historias que nos pueden dar a entender uno o varios planteamientos en nuestra vida infantil, juvenil y adulta y no por ello perder la condición lúdica. Con una novela nos podemos relajar, podemos disfrutar su lectura, a la vez que conocemos un lugar, un momento en la historia, unas maneras de vivir, una cultura diferente a la nuestra,… miles de mundos, de ideas, de… que pueden ampliar nuestras miras, nuestros conocimientos, ir más allá sin dejar el bálsamo o elixir del disfrute con la lectura o con la escucha; esto es totalmente valido para el cuento.

¿Se imaginan una bella historia cinematográfica sin unas buenas imágenes, sin una buena fotografía, sin unos efectos sonoros, visuales,… sin música de los momentos trascendentes? Haberlos, haylos; pero por qué no disfrutar de los que, en sentido general, amplia el campo de desarrollo.

Un cuento conlleva una historia, una historia puede exponer una visión, un mensaje, un planteamiento,… la lectura del cuento transmite palabras, palabras que pueden y deben formar parte de nuestro vocabulario, ampliando nuestra oralidad o nuestra expresión escrita. Un cuento nos repite la escritura de las palabras, la ortografía necesaria para no impedirnos caer en la maldición del analfabetismo estructural de una sociedad desinteresada en lo cultural y con escaso índice educativo.

Un cuento es un cuento, con todo lo que conlleva o puede conllevar el cuento, lo demás es cuento, pero no literario, sí de engaño. Pongamos, no un cuento, sino varios cuentos en la vida de nuestros hijos. Y del cuento a la novela juvenil. Y de la novela juvenil a la lectura en general.

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