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Blog de Literatura Infantil y Juvenil

PEQUEÑO LECTOR. INFANTIL (2). Alberto.

PEQUEÑO LECTOR. INFANTIL. Alberto.

¡Pon un libro en su vida! ¡Asienta las bases para un proceso evolutivo hacia el conocimiento!

El niño de educación infantil, el pequeñajo de la familia, en su casa y en el colegio, atraviesa y corre por una etapa de observación y manipulación, que le llevará directamente al aprendizaje. Es un proceso natural; a través del cual, irá dominando el mundo que le rodea, será más autónomo, empezará a clarificar ideas y a asimilar conceptos.

Un elemento fundamental en dicho proceso es la curiosidad, de la que hace gala. Observará como su padre o su madre ponen la lavadora, no sin antes introducir objetos en un agujero redondo y profundo; la lavadora dará vueltas vertiginosas que le llamarán la atención y ello podría dar como resultado que, en alguna ocasión, sea él el que se introduzca en dicho aparato volteador o meta un objeto, tal vez una maceta, y que haga dar vueltas y estrellarse contra las paredes interiores. Ese experimentar podría darse con el libro y su lectura. Necesita libros a su alrededor, manipularlos, observarlos, crear sus propias historias por medio del dibujo; historias ajenas a la del propio libro, pero son sus lecturas, su traducción, su adaptación a su mundo, a sus intereses,… Lee con los ojos ávidos de crear, imaginar secuencias a esas ilustraciones.

No es la primera ni la última vez que un rapaz de corta edad duerme pegado a un libro, a su libro, en vez de a un oso o muñeco de peluche, pues ese libro, su libro, al igual que un peluche, le da ánimos para afrontar la noche; se siente protegido. Podrá bailar con él, al son de su música preferida. Lo enseñara con complacencia a las visitas. Llorará cuando el libro viejo y deteriorado termine en una bolsa para el reciclado. El libro mágico, el libro amigo, el libro compañero,... el que le lee su madre, su padre, sus hermano,… el que repite constantemente en su memoria y pensamiento. Pero, para ello, es necesario que su cuarto se encuentre engalanado de muñecos y libros, cuentos, tebeos y que no descanse dicho libro adormilado en los estantes para no desgraciarlo, que descanse entre sus gráciles dedos. Es el principio del proceso lector. Un acercamiento de amigos.

En ocasiones, la magia puede venir incorporada al regalo de Papá Noel, de los Reyes Magos, del cumpleaños, de la asistencia a la Feria del Libro, de la visita a una librería,… La magia puede venir incorporada a los colores del libro, a la propia portada, a las gratas y graciosas ilustraciones (muchas, pero de pocos motivos, para que su vista pueda entrar y salir fácilmente y no se obstruya en una maraña de líneas sin una definición de salida). A la sorpresa entre la compra de productos alimentarios. A los polvos de talco, que con anterioridad hemos rociado entre sus hojas, para darle un toque especialmente mágico, cercano a sus preferencias por ese mundo de dragones, príncipes y princesas, animales parlantes,… personajes e historias con un halo de fantasía, asombro que harán del momento un trance feliz, la dicha de sus juegos y sueños.

¡Pon un libro en su vida! ¡Asienta las bases para un proceso evolutivo hacia el conocimiento! Que juegue al fútbol (figuradamente), pero que lleve (figuradamente) un libro en el bolsillo. Que evolucione en el mundo de avances técnicos, pero que nunca deje atrás a ese verdadero amigo: el libro, su libro; los libros, sus libros; las historias, sus historias; su personaje preferido, sus personajes;…

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